La vida misma es inmortal.
Cuerpos, cuerpos,
Sin rencor, sin pecado,
Manchados de azul.
El tuyo y el mío,
Crecen los gusanos,
El pelo y las uñas,
Las flores y el sauce.
Un laberinto vivo tras otro,
Uno tras otro,
La quimera del deseo
Que se enzarza en un bucle infinito.
Todo es lo que vuelve a ser,
No muere nunca.
La vida misma es inmoral.
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